Toluca.
Después de que el rastro municipal de Toluca, inicio sus operaciones en la delegación de San Cristóbal Huichochitlán, los daños han sido constantes para vecinos aledaños, el río Verdiguel que atraviesa por esta región nunca ha dejado de ser rojo, los malos olores, el riesgo constante de enfermedades y ninguna autoridad ha podido erradicar las malas prácticas de este sitio.
Personas preocupadas por el aumento de residuos de los animales y sangre que es derramada directamente en este cauce, denunciaron públicamente que su calidad de vida se ha visto severamente afectada, considerando que ya son demasiados años en que esta agua contaminada se ha infiltrado en el subsuelo, dañando pozos y atrayendo todo tipo de plagas y enfermedades.
“Hay personas que ya empiezan a tener enfermedades, a mi por ejemplo me dan muchos dolores de cabeza y mareos. Todos los días en la mañana corre la sangre por todo el cauce y el drenaje, hay muchas ratas y perros, esto es mucho riego ya” señaló una de las vecinas afectadas.
Además de los perros, ratas e insectos que son una molestia en esta zona y un riesgo en la zona, los vecinos reclaman que ya son varias administraciones municipales las que han intervenido para reducir los efectos nocivos de este lugar, sin embargo, no funcionan, se dejan de usar, pues siempre hay problemas.
Cabe señalar que en el año 2014, se llevó a cabo la inauguración de un segundo rastro para poder disminuir las actividades y reducir esta situación. Esta rastro que tuvo una inversión superior a los 40 millones de pesos, está abandonado.
