Carlos Martínez tiene 54 años de edad, de esos, 40 los ha dedicado a lo que primero empezó como una distracción y ahora es el oficio que más le apasiona, todo este tiempo se ha dedicado a restaurar y pintar imágenes religiosos de todo tipo, hoy, a unas horas de la celebración de la Virgen de Guadalupe esta más que saturado dándole a la restauración de las virgencitas que le llevan.
Y es que desde hace muchos años, ya tiene su clientela que lo busca, en la calle de Gómez Pedraza en la cerería San José donde todos los días recibe decenas de imágenes que necesitan una resanadita, una pintadita y a veces un trabajo mayor que “lleva su tiempo pero queremos que la gente reconozca nuestro trabajo y se vaya feliz”.
Así, con mucha paciencia y buscando siempre agradar a sus clientes, Don Carlos les detalla el manto, les coloca los tornillos que sean necesarios para sostener el resplandor de la morenita, le pinta con mucha devoción la cara y eso le ha ganado el reconocimiento de los dueños de las figuras quienes solo lo buscan a él porque confían mucho en la entrega a su trabajo.
Hoy está más que saturado, ya no puede aceptar un trabajo mas, pero sin duda, siempre estará recibiendo a sus clientes con una sonrisa y en espera de poder salvar a las imágenes que le lleven del olvido.