diciembre 22, 2024

El coronavirus desde otro punto de vista…

El coronavirus desde otro punto de vista…

Por Toño García.

Mike Ryan, director de emergencias sanitarias de la OMS, expresó el 13 de mayo que el nuevo coronavirus podría no «desaparecer nunca» y convertirse en una enfermedad con la que la humanidad tendrá que aprender a convivir. «Tenemos un nuevo virus que penetra en la población humana por primera vez y, por lo tanto, es muy difícil decir cuándo podremos superarlo».

Independientemente de cualquier sugerencia, consecuencia, del seguimiento y estudio científico del impacto que genera en la salud del ser humano en diferentes latitudes del mundo, razas, sexo, credo, condición social o sistema político al que pertenezca, el también llamado covid-19; es una oportunidad para ver, analizar y comprender el actuar del ser humano en todos sus rubros existenciales, pero un poco más en su entorno natural.

Hablar de un virus de manera coloquial, es hablar de un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede reproducirse dentro de la células de otros organismos, desde animales, hongos, plantas, bacterias y arqueas; también afecta a otros virus, a lo que se llama virofago. Mi estimado lector, aquí sugiero un buen libro de biología o quizá un diccionario, pues los conceptos escritos en este párrafo, son, literalmente, vida.

Escrito lo anterior, podemos comprender que el coronavirus es un virus de los más de 5000 que se han descubierto en el entorno natural humano, que solo pueden ser observados con la ayuda de un microscopio óptico; y obviamente (así lo comprende su servidor después de buscar información) estamos hablando de “un ser vivo que está evolucionando para sobrevivir en la naturaleza, en este caso, dentro del organismo del cuerpo humano”, en otras palabras, este virus lo único que está tratando es de vivir sin considerar absolutamente nada humano, pues el hombre es parte del reino animal con la compleja distinción y diferencia que al ser un ser pensante controla sus instintos, estos a su vez son parte de un ecosistema, donde todos necesitan de todos para existir un equilibrio.

Ahora desde otro punto de vista, el ser humano, no ha respetado equilibrios, ha destruido ecosistemas enteros, extinguiendo su fauna y flora en muchas latitudes, por necesidad propia de supervivencia para satisfacer su autoconsumo, ha contaminado el medio ambiente generando con ello muerte, lo mismo que genera el covid-19 en un sistema inmunológico débil y no apto para la supervivencia, tal y como lo describe la teoría de la evolución.

En otras palabras “también destruimos a la naturaleza para sobrevivir, de la misma manera que hoy quiere vivir el coronavirus, habiendo una diferencia abismal entre la forma de vida del virus y la nuestra, el virus solo vive por vivir, el ser humano “piensa” para vivir”. Esto nos debe hacer reflexionar sobre nuestra conducta humana.

¿Hemos vivido en armonía y equilibrio con la naturaleza? ¿Respetamos el entorno en el que vivimos? ¿Comprendemos el ciclo de la vida humana, vivir, crecer, reproducir y morir? ¿Algo fuera de lo natural nos garantiza la vida? No estoy hablando de plenitud en la vida del ser, este, es otro tema, pues pensar nos permitiría vivir en equilibrio con la naturaleza ¡algo que no hemos realizado como especie dentro del reino animal!

Nuestro hogar en el día es el sol con un cielo azul, por la noche un cielo obscuro iluminado por los rayos de la luna, acompañados por todo el animal que te imagines en mares, ríos, lagunas, desiertos, bosques, selvas y también en las mismas ciudades; todo su entorno en muchos casos es perfecto en otros destruidos por el ser humano, sin considerar que el techo es el mismo para todos.

Reconocer que somos parte de la naturaleza y que la naturaleza no es nuestra, nos permitirá ver el coronavirus desde otro punto de vista.

         

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