Por Toño García.
Quedarte en casa, la sana distancia y el uso de cubre boca son las sugerencias a nivel mundial para mitigar la pandemia de coronavirus hasta que se lleve la vacuna a toda la población para revertir este virus que afecta en mayor o menor grado en todas las latitudes del mundo.
Anoche el presidente de la república, Andrés Manuel Lopez Obrador, anuncio su contagio por el virus, esto, ha desatado en un sector de la población cierto pánico, pues, el hombre más cuidado de nuestro país por la responsabilidad que implica su embestidura, es vulnerable a la pandemia y a partir de hoy, toda la ciudadanía estará al pendiente de su recuperación.
Su servidor desea, no solo al presidente, a toda mujer u hombre que esté viviendo en carne propia las consecuencias del covid-19 ¡fortaleza y pronta recuperación para todos! Nuestro pensamiento se enaltece para pedir por el prójimo y por todos que pronto regresemos a la vida normal.
Por otra parte, un sector que el mismo presidente llama “conservadores”, han mostrado cierta indiferencia en el contagio del presidente, e incluso se burlan políticamente hablando de el por no haber usado cubre boca. También han crecido cuentas falsas en redes sociales que festejan el posible término de su “dictadura” (como le llaman) por el alejamiento al ejercicio de propio de la presidencia que conlleva su recuperación, donde a partir de hoy, la secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, será la responsable de las “mañaneras del presidente”.
Los números por contagios de covid-19 en México van en aumento, los hospitales públicos que conforman el sector salud, los aislamientos y atenciones médicas en particulares, empiezan a llegar a su máxima capacidad, así como atenciones propias desde el hogar y personas que prefieren quedarse en casa a convalecer por sus medios y no reporta al sector salud por el motivo que usted quiera ¡también aumentan!
Ante la sencilla sugerencia de quedarte en casa, sana distancia y el uso del cubre boca, se antepone la realidad brutal que vive el país; la falta de economía, el rompimiento obligado de las cadenas productivas para generar dinero y por consecuencia mantener el poder adquisitivo para mantener el hogar, rompe de manera directa con el cumplimiento de la sencillez de las medidas para mitigar la pandemia. En este rubro ha sido fundamental la distribución directa de programas asistenciales del gobierno federal en las zonas más marginadas del país para mantener a flote la economía.
El contagio del presidente debe ser el llamado de atención para vivir la “nueva normalidad” donde debemos de reconocer que todos sin importar condición social, religiosa, sexual o de raza somos vulnerables ante la envestida de la naturaleza que hoy vive y enviste a la humanidad en covid-19.
Somos un pueblo enfermo con más de 10 millones de diabéticos, 30 millones de hipertensos, 27 millones en pobreza alimentaria (por lo que comemos), sin contar otras enfermedades en una población de 130 millones de mexicanos, ahora pregúntese usted ¿qué pasa si el contagio llega directamente a esta población? Disculpe usted, la lógica y el sentido común nos dice que no es responsabilidad de ningún gobierno en el mundo el estado de salud propio. En otros rubros puede ser sin lugar a duda hay responsabilidades, pero en el cuidado personal no.
En esta realidad los medios de comunicación juegan un papel fundamental para incentivar a la población a intentar vivir con calidad de vida, fuera de las grillas que son incitadas por el ansia de llegar al poder.
Hoy la frustración, la ansiedad, el miedo y la enfermedad es vivida en carne propia por el presidente de la republica ¿Cuándo va a terminar la pandemia? ¿Cuándo regresaremos a la actividad normal? ¿Hasta cuándo será una realidad la empatía para enfrentar este o cualquier mal como especie humana? Son quizá las mismas preguntas que se hace el presidente en su convalecencia y una oportunidad para reflexionar con el contagio del presidente…