Por: Nicolás Gochy
El gobierno de Toluca, y específicamente el área de gobierno local, parece confundir el arte urbano con el comercio informal o ambulante y es que de acuerdo a lo que comentaron esta mañana varios payasitos semi profesionales, ya no pueden trabajar en las calles de la capital pues deben de sujetarse a las reglas que le imponen a los comerciantes ambulantes.
Por ello, desde hace varios días, han sido retirados sistemáticamente de los centros donde repartan felicidad, chistoretes, canciones y hasta una que otra lagrima para entretención de chicos y grandes, jóvenes y viejos, gordos y flacos y a veces, solo a veces hasta priistas y panistas.
Ahora Bombin, Trufula, Canica, Chistorin y por lo menos 15 payasos más, tendrán que esperar a que los encargados de la municipalidad entiendan que ellos ni cobran por su arte urbano, no molestan a nadie y ni siquiera exigen una risa a cambio de su labor.
Los payasitos, con sus narices rojas, sus grandes zapatos, sus pelos de colores saben que así es esto, ya lo han vivido antes, cada nueva administración los tratan peor que a rateritos del mercado o carteristas de los camiones, luego, el alcalde en turno se acuerda que a él también les gustaban los payasos y les da el beneplácito para continuar con su labor cada fin de semana.
