En el marco del festejo por su 201 aniversario, Chiautla abre sus puertas para conocer parte de la ruta de turismo religioso que ofrece este municipio.
Su nombre data desde la época prehispánica y significa «en las tierras grasosas», su fundación se dio en el siglo XII, por asentamientos toltecas y chichimecas y se ubica en el oriente del Estado de México.
Este lugar cuenta con importantes atractivos turísticos religiosos, destacan principalmente las fiestas patronales como la del Cerro de las Promesas y la del Santo Patrono San Andrés.
El nombre original del Cerro de las Promesas es Cerro Azteca y se cuenta que en el mes de octubre al amanecer se puede apreciar el rostro de un guerrero azteca sobre él.
En ese sentido, el cambio de nombre se debe a la construcción de una capilla en honor a la Virgen de Fátima por órdenes del párroco portugués Asterio Urbano Esteves, quien comunicó al pueblo que la Virgen le había pedido que en la cima de ese cerro le construyera una capilla.
El párroco prometió que traería desde Portugal una imagen de la Virgen para colocarla en este sitio. Así, derivado de aquella promesa, al cerro se le dio el nombre que hoy lleva. Además, ofrece unas hermosas vistas y paisajes naturales únicos.
Para seguir con el turismo religioso, este municipio cuenta con la Parroquia de San Andrés Apóstol, un templo de arquitectura virreinal que tiene una torre campanario, además de un vitral del apóstol San Andrés en su blanca fachada.
Cuenta con detalles de cantera y en su interior hay esculturas, pinturas al óleo dentro del Sagrario y un retablo de estilo barroco.
Asimismo, la Cuasi Parroquia de Santiago Chimalpa, que está adornada con majestuosos vitrales, en su interior contiene retablos y hermosas obras e imágenes religiosas que datan de hace casi 200 años.
Recibe este nombre dado que el arzobispo Juan Manuel Mancilla la llamó así, toda vez que la cantidad de feligreses que acuden a las misas dominicales no cumple con el mínimo determinado para ser considerada como tal.
Por último, el templo de Tlaltecahuacan alberga retablos estilo barroco con acabados en hoja de oro y madera, además de pinturas al óleo policromadas y está dedicado al Señor de la Ascensión.
La representación de este Santo tiene en las manos, en lugar de llagas, alacranes, un insecto endémico de la región.
Después del recorrido por sus principales centros religiosos, los visitantes podrán degustar una variada gastronomía prehispánica y tradicional, como escamoles, ahuahutle, gusanos de maguey, tlacoyos, nata de nuez, queso, mermeladas de zarzamora, barbacoa, pulque natural o curado y pan artesanal.