Configurando presumiblemente por lo menos un par de delitos electorales, el candidato del Partido del Trabajo a la gubernatura mexiquense Oscar González Yáñez inicio una campaña de entrega de dinero en efectivo a los ciudadanos mexiquenses con el pretexto de devolver el impuesto especial a las gasolinas por lo que a cada uno de los conductores que cargaron gasolina en la estación de servicio donde estuvo les regreso el 32 por ciento del gasto.
Y es que además de entregar dinero en efectivo y con la presencia de propaganda electoral a su favor en la estación de servicio donde inició esta campaña, el candidato tendrá severos problemas en justificar el gasto de los tres millones de pesos y que representa el 20 por ciento de lo que le dieron de gastos de campaña pues a ninguno de los automovilistas les pidieron algún comprobante de su aportación.
Al cuestionársele si era legal lo que estaba haciendo aseguro desconocer, a pesar de ser un político que ha sido legislador federal y local en varias ocasiones y que le ha tocado la elaboración de leyes, entre ellas las electorales.
Incluso les pidió a los reporteros que cubren sus actividades que llevaran sus “carritos” porque según él, “un chayo en especie se vale”, comentario que por cierto no fue muy bien recibido por varios de los comunicadores.