Campesinos de la región norte del Estado de México se reunieron para expresar su rechazo al nuevo precio de garantía del maíz, establecido recientemente por la Comisión de Seguridad Alimentaria.
El ajuste reduce el precio por tonelada de 7,020 a 6,000 pesos, generando una disminución del 20% que, según los productores, amenaza gravemente sus ingresos y la viabilidad de sus cultivos.
Esta decisión afecta a aproximadamente 150 mil campesinos en el Estado de México, de los cuales cerca de 50 mil familias dependen directamente de la agricultura en municipios como Ixtlahuaca, Atlacomulco, Jocotitlán, San Felipe del Progreso, Almoloya de Juárez, Acambay, Aculco, Polotitlán y San José del Rincón.
Ricardo Cruz, productor de Mavoro, Jocotitlán, señaló que las condiciones climáticas adversas ya habían mermado sus cosechas, con una producción proyectada de hasta ocho toneladas por hectárea que ahora apenas alcanzará entre cuatro y cinco toneladas.