Alexis Pérez es un baterista urbano que ante las carencias que tenía en su vida, y las necesidades de tener que mantener una pequeña familia, lo obligo a recurrir al ingenio y a las calles para lograr el sustento diario.
Percusionista desde los ocho años cuando por primera vez se sentó frente a una batería, este joven músico tuvo que vender su instrumento original de fábrica por cuestiones de necesidad económica, las mismas que lo obligaron a dejar los estudios cuando había ya logrado su inscripción a la facultad de psicología de la UAEM.
Pero sus dos pequeños le pedían y por eso decidió no darse por vencido y combinar el ganar el sustento diario con la pasión que lo ha acompañado durante años, así que sin dinero pero con mucho ingenio elaboró el mismo su propia batería.
Así, con cubetas normales, de esas donde se almacena pintura, Alexis se dedicó durante horas a poder distinguir el timbre de cada una de ellas y como irlas modificando para hacer cada uno de los tambores que se requieren.
Pero una vez que lo había terminado, también optó por generar lo que le llama, las campanillas que son solamente tubos de PVBC recortados a diferentes longitudes con lo que logra una perfecta escala musical.
Armado así con sus ingeniosos instrumentos sale todos los días a las calles de los municipios cercanos a tratar de alegrar el rato a las personas y a cambio poder recibir unas monedas, que, de poco apoco, y trabajando de manera honrada, le han permitido sacar a su familia con la frente muy en alto y con unas enormes ganas de poder algún día, triunfar en serio como baterista.
