El fotógrafo mexicano, Rubén Espinosa Becerril, corresponsal de Cuartoscuro y de la revista Proceso fue encontrado muerto junto con otras cuatro personas en la colonia Narvarte, en la capital del país, confirmó un familiar a la organización internacional Artículo 19.
El portal informativo Sin Embargo dio a conocer que el fotoperiodista estaba en condiciones de exilio en la Ciudad de México, porque se sentía bajo amenaza en el estado de Veracruz.
En una reciente entrevista con Sin Embargo, acusó directamente al Gobernador Javier Duarte de Ochoa de haber convertido esa entidad en un camposanto.
Luego de que se conociera el asesinato del periodista y sus acompañantes se llevó a cabo una movilización de fotógrafos y reporteros para repudiar los hechos.
De acuerdo a información publicada por Sin Embargo cientos de ciudadanos, activistas y periodistas marcharon este día por las principales avenidas del centro del Distrito Federal y protestaron frente a la representación del gobierno de Veracruz, a cuyo Mandatario se señala directamente por el asesinato de un fotoperiodista y al menos dos activistas.
Aunque hubo reclamos para el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto y en contra de la versión de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que investiga robo, el principal señalado por los manifestantes es Javier Duarte Ochoa, Gobernador de Veracruz.
En un escueto comunicado de dos párrafos, el Gobernador de Veracruz lamentó la muerte de fotoperiodista.
Calificó como aberrantes los hechos y manifestó “su plena confianza en que las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal habrán de esclarecer este caso lo más pronto posible”.
La concentración fue apenas convocado por redes sociales, pero esta tarde de domingo reunió a comunicadores de medios nacionales y extranjeros que han expresado su sorpresa por la versión de PGJDF que habla de un robo para explicar la ejecución de cuatro mujeres y el fotoperiodista en un departamento de la colonia Narvarte en la Ciudad de México.
Los cinco cadáveres presentaban el tiro de gracia y signos de tortura lo que hace inviable la posibilidad de que los asesinos fueran solo por dinero. (con información del portal Sin Embargo)