Artesanos deben apropiarse de las calles para vender sus productos.

Por: Nicolás Gochy

Martin, originario de Puebla hace desde pequeños cerdos rosados hasta enormes perros y personajes de películas animadas.

Ante la falta de empleo y espacios dignos y accesibles para la venta de artesanías, Martín Gonzales Suárez a sus 20 años de edad recorre cada uno de los municipios del Estado de México para vender algunas de las alcancías animadas que él mismo produce.

Originario de Puebla, este joven artesano carga en su espalda más de 100 diseños distintos que coloca en las orillas de calles centrales y grandes vialidades en espera de algún cliente.

Hechas de yeso y decoradas con una técnica de pintura aterciopelada y aerosol, cada una de estas alcancías tiene un costo entre los 50 y 300 pesos.