En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, la atención se centra en los humedales de Lerma, un ecosistema año tras año luce con una nivel más alto de devastación. Un colapso inminente para las especies endémicas y agua, derivado de la contaminación y la urbanización descontrolada.
Los humedales, reconocidos por su importancia ecológica y su papel en la regulación del ciclo del agua en el Valle de Toluca, actualmente se enfrentan a una crisis sin precedentes que requiere una intervención inmediata.
Siendo uno de los ecosistemas más importantes del Estado de México, la sequía y olas de calor mantienen a la baja este sitio, donde, organizaciones civiles han hecho énfasis sobre la destrucción en las últimas décadas por la expansión urbana, la agricultura intensiva y la descarga de aguas residuales sin tratar.
Los niveles de contaminación por metales pesados y otros contaminantes han aumentado alarmantemente, afectando tanto a la flora como a la fauna local.