Por; Nicolás Gochy
A veces son 30, a veces son 40, a veces más, todos ellos unidos por una sola condición, el tener un familiar hospitalizado en el nosocomio conocido como Nicolás San Juan, ahí compartiendo un pedacito de suelo, esperan noticias, que desean sean las más halagadoras de la evolución de su familiar enfermo.
Arropados por un albergue operado por la dirección de protección civil de gobierno municipal de Toluca, los familiares de los enfermos de este nosocomio esperan, solo eso pueden hacer, la mayoría de las veces con un frio aplastante, a que alguien les de la noticia esperada de que pueden llevarse a su interno.
En ocasiones relata Flor Rojas llegan algunas personas con comida, con café, con atole para apoyarlos a pasar de la mejor manera esta dura prueba de amor filial.
La autoridad hace lo que puede, pero seria que las personas estuvieran a la intemperie esperando a su familiar, las personas hacen lo que necesitan, acomodados “de a tres o dos por cachito” se confortan, platican, se consuelan, llegarán mejores momentos, lo saben y lo esperan.
