En la fecha que muchos consideran el real fin de las fiestas decembrinas, miles de toluqueños acudieron a pagar sus respectivas deudas luego de que sacaran el muñequito en la pasada rosca de reyes generando filas para poder ser atendidos por los tamaleros.
De dulce, de mole, con carne o sin ella, los tamaleros se la rifaron y a pesar del aumento en sus insumos, mantuvieron los precios no solo de los tamales, sino hasta del atole que por litros se vendió esta mañana en casi todas las esquinas de la ciudad.
Oficinistas, servidores públicos, altos, bajos, gordos, delgados, todos llegaban ante el tamalero para pedirle cinco, diez o más, y uno que otro litro de atole de fresa, de vainilla, de chocolate, la deuda había que pagarla en tiempo y forma.
Así, con frio y todo, este dos de febrero se cumplió la tradición a todo lo alto, los tamaleros felices por sus buenas ventas y los consumidores con la panza llena.