Por: Nicolás Gochy
Cuando comenzó el “aigronaso” todo parecía que sería una lluvia normal, ya habían pasado cientos de estas desde hace varios años que ahí llegaron, la realidad les caería muy pronto y se llevaría con ella todo, techos, animales, plantas.
Y es que recién entrada la tarde, la zona norte del municipio de Toluca en las comunidades de San Diego Linares, el Barrio del bordo Nuevo y Tlachaloya en sus dos secciones fue abatida por una tromba que afectó a estas, las casas de los más pobres de los pobres en este municipio gobernado por el PRI y tierra de cultivo de la llamada compra de votos.
“Lo único que hice fue hincarme a rezar a Dios por mis hijos y por mí, al principio pensé que era un aigre normal de esos que pasan por aquí muy seguido, pero luego todo comenzó a volar, el techo, los vidrios rotos, hasta cerditos pasaron volando”.
La tromba duro como quince minutos refieren los lugareños, pero para muchos, fueron los 15 minutos más intensos de sus vidas.
El saldo oficial era, hasta esta mañana, de “41 árboles derribados por el fuerte viento y 66 viviendas afectadas, en las que habitan 278 personas. No se reporta lesionado alguno a causa del fenómeno natural que impactó a San Diego Linares y Barrio de Bordo Nuevo en San Pablo Autopan así como a Tlachaloya Primera y Segunda Sección” refería en su cuenta el alcalde toluqueño Fernando Zamora Morales.
Pero de los males el menor, con una celeridad pocas veces vista en los trabajos gubernamentales, las láminas, los vidrios y el apoyo a los afectados comenzó a llegar casi tan rápido como se había ido.
La época electoral así lo apremia, con las elecciones tan cerca, lo que menos puede pasar es un mayor reprocho de la población, y sobre todo de esa que desde siempre ha vendido su voto a cambio de unas cuantas “ayudas”.